La presencia de la sensualidad, de los géneros masculino y femenino y de la sexualidad en la música clásica siempre ha sido intensa.
A diferencia de la música popular, la existencia del erotismo en la música vocal clásica tiene lugar de manera implícita, muchas veces disfrazada con recursos musicales y estéticos que aparentemente no conocemos ni reconocemos, pero que siguen unos códigos que llevan a tratar el sexo y todo aquello que lo rodea: seducción, enamoramiento, cortejo, deseo, ambigüedad sexual,insinuación, pasión, flirteo…
“La música está formada por construcciones de género y sexualidad”
“Mientras que el sexo de un individuo es dado biológicamente, el género y la sexualidad están socialmente organizados en una sociedad patriarcal: sus formas (comportamiento, apariencias, obligaciones) difieren significativamente en relación con el tiempo, lugar y clase social”
Susan McClary*
*Susan McClary (EUA, 1946) musicóloga y profesora estadounidense perteneciente a la corriente de la Nueva Musicología. Gran parte de su trabajo es una crítica desde un punto feminista de la historia musical y sus características establecidas a lo largo de las épocas; además de varios estudios sobre género, sexualidad y música.
Entrevista a la soprano Silvia Roqueta para el programa “Una tarda a l’òpera” del musicólogo Jaume Radigales